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La salud visual es un pilar fundamental en el crecimiento y desarrollo de nuestros niños, ya que cualquier anomalía no detectada a tiempo a este nivel, puede comprometer seriamente su aprendizaje, calidad de vida y relación con sus pares.

La importancia de realizar controles de manera oportuna se debe a que:

  • El 5% de la población infantil padece algún tipo de desviación ocular (estrabismo)

  • El 15% padecerá un defecto de refracción ( hipermetropía, miopía, astigmatismo) que podrá influir en su desarrollo visual

Por lo tanto un 20% requerirá cuidados médicos oftalmológicos durante su etapa de desarrollo visual que dura aproximadamente hasta los 12 años.

Cuándo deben realizarse dichos controles?

El primer control oftalmológico en el niño está indicado durante el primer año de vida, para así poder detectar cualquier malformación congénita que amenace su desarrollo visual, y que con un tratamiento oportuno puede asegurar su mejor pronóstico.

Luego continúan en el período pre-escolar entre los 3-4 años para descartar cualquier patología que pueda disminuir su agudeza visual (hipermetropía, miopía, astigmatismo o estrabismo) para así poder brindarles la mejor visión durante el proceso de escolarización y de esta manera no retrasar su educación.

A partir de entonces deben realizarse una vez por año durante todo el ciclo escolar.

Que síntomas puede tener un niño con una disminución visual?

Los síntomas más frecuentemente asociados son cefaleas, cansancio visual, ojos rojos, lagrimeo, acercamiento excesivo a objetos, desviaciones oculares y disminución del rendimiento escolar, entre otros, los cuales deben motivar una consulta precoz con su oftalmopediatra.

Dra. María Gabriela Buxeda

Oftalmóloga CPM